domingo, 24 de junio de 2012

Psicosíntesis: Una manera diferente de abordaje PsicoCorporal


El lenguaje no verbal –gestual o postural- nos proporciona más información sobre la forma de ser de nosotros mismos y de los otros que el lenguaje verbal. Así, podemos emitir palabras que no casan con nuestro nuestros movimientos corporales y gestuales. Cuando detectamos una disonancia –entre lo expresado verbalmente y lo expresado lingüísticamente- la comunicación no fluye. Así, tomar consciencia que nuestros movimientos expresan nuestra forma de ser y cómo esperamos relacionarnos con los otros es el primer paso de la psicosíntesis.
David Boadella plantea ocho movimientos corporales que expresan nuestra forma de relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo externo. Estos movimientos corporales se aprenden en la época prenatal y perinatal. Una vez aprendidos forman parte de nuestro acervo personal y expresan nuestra personalidad.
Los ocho movimientos son polaridades, que como una cuerda tensada permiten diferentes posiciones entre ambos cabos. El objetivo es tanto vivenciar la polaridad que nos define como la polaridad contraria. Cuando somos conscientes que nuestros movimientos corporales expresan unas determinadas necesidades afectivas, cognitivas y volitivas podremos flexibilizar nuestras posiciones porque al vivenciar los opuestos podremos comprender diferentes maneras de relacionarse con el mundo.
Mientras en Oriente se asume las polaridades como algo consustancial a la existencia humana –en convivencia con las contradicciones-, en Occidente se tiende a buscar un tipo de pensamiento más excluyente –que implica el principio de no contradicción- . Ejemplarmente Hegel en su dialéctica propone una tesis (afirmación de una polaridad), una antítesis (la polaridad opuesta) y una síntesis (que incluye a ambas polaridades). No se trata de lograr un conocimiento absoluto –que es lo que pretende la dialéctica hegeliana-, si no de tomar consciencia de cómo habitualmente nos situamos en una determinada polaridad y, a su vez, cómo podemos ser empáticos con las polaridades opuestas.
 Las polaridades propuestas son:
a)    Flexión-Extensión. En la flexión (la posición fetal) nos cerramos para guarecernos de las inclemencias del mundo exterior. Es una posición que expresa la necesidad de protegerse ante lo desconocido, que implica sentirnos seguros en nuestra nuestra guarida. La extensión es la otra polaridad que señala la necesidad de acoger todo aquello que provenga el mundo externo. La dialéctica entre la flexión y la extensión puede comprenderse desde la necesidad de centrarse en aquello que se cuece en nuestro fuero interno como de atender aquello externo que ocurre en nuestra vida.
b)   Atracción-Oposición. La atracción presupone atraer algo hacía mi. Es una forma de enganche, simbiótica. Esta forma expresa la necesidad desmesurada de apego, mientras la oposición es una forma de defender nuestro propio territorio. La atracción-oposición son dos cabos de la cuerda tensada entre la necesidad de vinculación y la necesidad de construir nuestra propia identidad personal.
c)    Rotación-Canalización. La rotación es la capacidad de adaptarse, de abrirse y de apertura a la experiencia. En sus extremos puede conducir a la dispersión, mientras la canalización (como opuesto) implica la capacidad de tener un foco, de tenerlo claro. En sus cabos más extremos podemos encontrar el obsesivo que canaliza excesivamente y el disperso que no deja de rotar.
d)   Absorción-Activación. La absorción nos permite digerir lo vivido, la quietud y el descanso (en lo patológico expresaría la pasividad, la hipotonía). La activación en su cabo más extremo es el movimiento absoluto (en lo patológico expresaría la hiperactividad, la hipertonía).   
 
En las sesiones de psicosíntesis se trata de poner en práctica los distintos movimientos para analizar los sentimientos que se asocian a cada uno de ellos. Una vez vivenciados se trata tanto de conocerse a uno mismo (a través de los movimientos que le definen), como de experimentar movimientos de la otra polaridad

Síntomas de Estrés!


Uno de los principales problemas que tenemos para empezar a aplicar tratamientos contra el estrés, es que muchas veces no nos damos cuenta que ya estamos estresados y que por tanto necesitamos desde ya empezar a cambiar cosas en nuestra forma de vida para luchar contra ello. Podemos sentirnos mal físicamente y no saber que esas molestias estás provocada por el estrés.

Sólo reconociendo el estrés, sus causas, sus síntomas y consecuencias, podemos eliminarlo. Existen síntomas de causa física, de causa psicológica y de comportamiento que nos ayudan a darnos cuenta que sufrimos de estrés.
  • A nivel físico podemos sufrir síntomas como opresión en el pecho, hormigueo o mariposas en el estómago, sudor en las palmas de las manos, palpitaciones, dificultad para tragar o para respirar, sequedad en la boca, temblor corporal, manos y pies fríos, tensión muscular, falta o aumento de apetito, diarrea o estreñimiento, fatiga…
  • A nivel psicológico podemos darnos cuenta que algo no va bien cuando tenemos síntomas como inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia, deseos de llorar y/o un nudo en la garganta, irritabilidad, enojo o furia constante o descontrolada, deseos de gritar, golpear o insultar, miedo o pánico, que si llega a ser muy intenso puede llevar a sentirnos "paralizados", preocupación excesiva, que se puede incluso manifestar como la sensación de no poder controlar nuestro pensamiento, pensamiento catastrófico, la sensación de que la situación nos supera, dificultad para tomar decisiones, cambios de humor constantes, depresión….
  • Y a nivel de comportamiento podemos tener indicios de estrés con síntomas como moverse constantemente, risa nerviosa, rechinar los dientes, tics nerviosos, problemas sexuales, comer en exceso o dejar de hacerlo, beber o fumar con mayor frecuencia, dormir en exceso o sufrir de insomnio…
Por todo ello tenemos que prestar mucha atención para combatir el problema en el momento que notemos que podemos empezar a sufrirlo...

Las emociones y nuestro cuerpo


Las emociones son las principales causas del deterioro de nuestro organismo, la rabia, el odio, el resentimiento asi como la tristeza tienen influencias muy negativas.

Si supiéramos el daño que le hacemos por ejemplo a nuestro hígado con la ira, a nuestra piel con la tristeza o a nuestro estomago con el resentimiento.

Cuando observamos nuestro cuerpo podemos ver en el reflejado mucho de lo que sentimos. Pero no solamente en el aspecto negativo sino también en el positivo, ya que cuando estamos enamorados nuestros ojos brillan mas, nuestra piel se torna tersa, incluso hasta nuestro cabello cambia de aspecto.

La influencia de nuestros pensamientos sobre nuestro cuerpo nos da el poder de sanarlo o enfermarlo. Es por ello que la enfermedad como tal no existe sino que creemos tanto en ella o sea le tenemos FÉ que simplemente la volvemos una realidad.

Cambiar de actitud ante nuestro organismo, comenzar a amarlo, simplemente cuidándolo no solo físicamente sino emocionalmente, podremos ver grandes resultados en el mismo.

La enfermedad del siglo como la llaman muchos que es el estrés se ha comprobado que afecta a todo nuestro organismo incluso nuestra dentadura. 

Aprender que nuestro cuerpo va degenerándose según lo que son nuestras creencias pueden cambiar mucho. De hecho en todas partes resaltamos mucho aquello de la tercera edad, y ponemos a estas personas como incapaces de llevar una vida normal cuando mucho de ellos incluso está físicamente mejor que nosotros pero en su mente esta la creencia de la vejez y es tanto lo que se lo recordamos que van envejeciendo cada vez más.

Envejecemos porque nos enseñaron que era así. Sin embargo en la biblia se habla de personajes que vivieron mas de cien años y aunque hoy en día hay algunos casos por ahí, Por supuesto no son tan notorios como esos, pero nos da la fe que teniendo una actitud positiva podemos ser siempre sanos.

No estamos enfermos porque realmente queremos sino porque nos enseñaron a creer en ella. Como dije anteriormente cuando nacemos no sabemos nada todo es aprendizaje.

Cuando dejamos de creer, cuando cambiamos nuestras estructuras mentales entonces podremos decir que hemos evolucionado. No podemos alcanzar las estrellas cuando aun no comprendemos ni siquiera el funcionamiento de nuestra mente y cuerpo a través del universo.

Cambiemos nuestras actitudes y cambiaremos todo en nuestra vida