martes, 24 de julio de 2012

Ejercicios que mejorar nuestro Humor!!

Sabemos que moverse hace bien. Pero no solo se trata de fortalecer músculos, quemar calorías o mejorar la postura. Hoy más que nunca, está comprobado que la actividad física tiene un impacto directo sobre nuestro bienestar emocional.

Estudios recientes (como los publicados en The Lancet Psychiatry y por la Asociación Americana de Psicología en 2023) confirman que hacer ejercicio con regularidad ayuda a reducir los síntomas de ansiedad, depresión y estrés, e incluso mejora la calidad del sueño y la autoestima. ¿La razón? Durante el movimiento, liberamos endorfinas, dopamina y serotonina, neurotransmisores que nos hacen sentir en calma, motivados y felices. Es nuestro “antidepresivo natural”.

Y lo mejor: ¡no hace falta ir al gimnasio si eso no es lo tuyo! Hay muchas formas de moverse y disfrutar al mismo tiempo. Hoy te compartimos 5 ejercicios que además de cuidar tu cuerpo, te levantan el ánimo:

Nadar: placer, ligereza y libertad

Zambullirse en el agua tiene algo mágico. Nos relaja, nos refresca y nos conecta con la sensación de flotación, como si todo pesara menos… incluso las preocupaciones.

La natación es uno de los ejercicios más completos que existen: fortalece músculos, mejora la respiración, protege las articulaciones (ideal para quienes no pueden hacer ejercicios de impacto), y libera tensión acumulada, tanto física como emocional. Según la Harvard Medical School, nadar regularmente puede reducir hasta un 25% el riesgo de depresión leve.



Bailar: cuando moverse es sinónimo de alegría

¿Sabías que bailar eleva los niveles de endorfinas casi al instante? Ya sea en una clase de salsa, en tu casa con tu música favorita o en una fiesta, bailar es terapia en movimiento.

Además de mejorar el equilibrio y la coordinación, el baile estimula áreas del cerebro asociadas a la motivación y la creatividad. Y si lo hacés en grupo, suma el extra del contacto social, algo esencial para nuestra salud mental.

Deportes con adrenalina: energía al máximo

Si te gusta lo nuevo, lo desafiante y lo intenso, probá actividades como el trekking de montaña, el surf, la escalada o el kayak. No es necesario tirarse de un paracaídas (aunque también se vale).

Este tipo de deportes te conecta con tu cuerpo de otra manera, activando todos los sentidos y poniéndote en el “aquí y ahora”. Y además, al salir de la rutina, tu sistema nervioso se revitaliza. Un estudio de la Universidad de Copenhague (2022) encontró que los deportes con elementos de aventura reducen el estrés crónico de forma más eficaz que otros tipos de ejercicio.



Caminar: simple, pero profundamente efectivo

Subestimamos lo poderosa que puede ser una caminata tranquila. Caminar (especialmente al aire libre y en contacto con la naturaleza) reduce el cortisol, mejora la oxigenación del cerebro y nos ayuda a ordenar ideas, respirar mejor y soltar tensiones.

Un paseo diario de al menos 30 minutos es ideal para quienes atraviesan momentos de tristeza o ansiedad. Si lo hacés escuchando música o en silencio, ambas opciones ayudan a entrar en estado de “mindfulness” natural.



Yoga, pilates o movimientos conscientes: reconectar desde la calma

Cada vez más personas eligen rutinas suaves pero profundas como yoga, tai chi o pilates terapéutico. Estas disciplinas combinan estiramientos, respiración consciente y control del cuerpo, generando un estado de bienestar emocional y físico que perdura más allá del momento de práctica.

Desde el enfoque de la Psiconeuroinmunología y la osteopatía, este tipo de ejercicios favorece la autorregulación del sistema nervioso, reduce la inflamación crónica y mejora la percepción del dolor. Y todo esto impacta positivamente en nuestro estado de ánimo.


Moverse para sanar: más allá del cuerpo

Hacer ejercicio no se trata solo de estética ni rendimiento. Se trata de sentirnos mejor, recuperar energía, habitar el cuerpo con presencia y mejorar nuestro estado interno.

No hay una única fórmula: lo importante es encontrar ese movimiento que te divierta, motive y conecte con vos. A veces, un cambio pequeño (como caminar todos los días o bailar 10 minutos en casa) puede tener un gran efecto sobre cómo te sentís.




¿Y vos? ¿Qué ejercicio te hace bien al alma?  Contanos en los comentarios y sigamos creando hábitos que suman bienestar.



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