Obsesidad
La obesidad es una causa obvia y conocida producto de largos períodos de inactividad. Las personas necesitan mantenerse físicamente activas para quemar las calorías que consumen cuando comen. Durante largos períodos de inactividad, la energía calórica almacenada en el cuerpo se convierte en grasa. A medida que el estilo de vida de los individuos se tornó más sedentario, la obesidad aumentó.
Enfermedad cardiovascular
A menudo se relaciona la enfermedad cardiovascular con la obesidad y una dieta pobre, pero quizás sea más correcto atribuir esta afección a la inactividad y al sedentarismo. La inactividad física ocupa el mismo nivel de riesgo que el tabaquismo y la hipertensión arterial en las causas de la enfermedad cardiovascular, y se estima que el 35% de los casos mortales de esta afección se deben a la falta de ejercicio regular. Los estudios también demostraron que ejercitarse de forma regular ayuda a los pacientes a protegerse contra el primer episodio cardíaco, ayuda en la recuperación de cirugías coronarias y reduce el riesgo de eventos cardíacos recurrentes.
Depresión
La depresión como resultado de la pereza se puede describir mejor como un círculo vicioso. Muchas personas atraviesan largos períodos de inactividad y pereza porque están deprimidos y sienten que son incapaces de hacer algo; sin embargo, lo que produce la pereza es fomentar la depresión. Uno de los mejores métodos para luchar contra un episodio depresivo es mantenerse ocupado. No sólo la actividad regular ayuda a mantener la mente de una persona sin pensar en que lo pueda molestarla, sino que además está demostrado que el ejercicio regular mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y aumenta el autoestima. Por supuesto que una persona que ocupa la mayor parte de su tiempo sin hacer nada, no está recibiendo los beneficios del ejercicio regular.
Soledad
La soledad no es una situación que se suele asociar con la inactividad, pero también puede ser una causa directa de la pereza. Una persona perezosa no tiene el impulso para salir de la casa y, por lo tanto, se está perdiendo la oportunidad de interactuar con los demás. Las personas que han estado inactivas durante largos períodos de tiempo se convierten en individuos solitarios. Si bien no hay nada de malo en querer estar solo la mayor parte del tiempo, la verdad es que todas deberían tener algún tipo de interacción humana de vez en cuando. Las personas se alimentan de interacción social más de lo que creen y los largos períodos de aislamiento pueden causar que el estado mental se deteriore con el tiempo.
A moverse!!!
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