lunes, 16 de junio de 2025

Calambres al Dormir: ¿Por qué nos despiertan en plena noche?

¿Te pasó alguna vez de estar profundamente dormido y, de repente, un calambre en la pierna te hace saltar de la cama? Tranquilo, no estás solo. Los calambres nocturnos en las piernas son una molestia común: son contracciones musculares intensas, involuntarias y muy dolorosas, que suelen atacar en plena noche, especialmente en la pantorrilla o el pie.

Aunque muchas veces no tienen una causa clara, en algunos casos pueden estar relacionados con factores que vale la pena tener en cuenta. En esta nota te contamos por qué pueden aparecer, cuándo prestarles más atención y cómo prevenirlos.



¿Qué los causa?

📌 Postura al dormir

Una de las razones más comunes tiene que ver con la posición en la que dormimos. Cuando los pies están estirados hacia abajo (flexión plantar), los músculos de la pantorrilla pueden quedar acortados durante horas, y esto los vuelve más propensos a sufrir un calambre. Esto sucede especialmente si pasamos el día muy activos o, por el contrario, sentados por largo tiempo.

📌 Deshidratación y minerales en desequilibrio

Los calambres también están relacionados con la falta de hidratación o desequilibrios de minerales, especialmente potasio, magnesio, sodio y calcio. Esto puede deberse al uso de ciertos medicamentos (como diuréticos o tratamientos para la presión), sudoración excesiva, dietas desequilibradas o incluso a enfermedades crónicas como la diabetes.

📌 Enfermedades circulatorias o metabólicas

En algunos casos, los calambres pueden estar asociados a condiciones más complejas como:

  • Enfermedad arterial periférica, donde la circulación se ve comprometida por acumulación de placa en las arterias.
  • Diabetes, por alteraciones en los niveles de glucosa y minerales.
  • Patologías neurológicas o autoinmunes (como el Parkinson o el síndrome de piernas inquietas).
  • Problemas hepáticos o renales, que alteran el equilibrio de electrolitos en el cuerpo.

📌 Embarazo

Durante el segundo y tercer trimestre, muchas mujeres embarazadas experimentan calambres nocturnos. Esto se debe tanto a los cambios hormonales como a la presión del útero sobre las venas de las piernas, dificultando el retorno venoso.

¿Cuándo consultar?

Aunque en la mayoría de los casos los calambres son inofensivos, es recomendable consultar si:

  • Son muy frecuentes o intensos.
  • No ceden con estiramientos o masajes.
  • Están acompañados de otros síntomas como hinchazón, debilidad o entumecimiento.
  • Hay antecedentes de enfermedades cardíacas, neurológicas o circulatorias.


🧘‍♀️ Consejos para prevenirlos

Hidratate bien a lo largo del día (especialmente si hacés ejercicio o hace calor).
✅ Estirá suavemente tus piernas antes de ir a dormir.
✅ Usá un calzado cómodo y evitá permanecer muchas horas parado o en la misma posición.
✅ Si estás tomando medicación, revisá con tu médico si puede estar relacionada con los calambres.
✅ Consultá con profesionales de la salud (como osteópatas, kinesiólogos o médicos clínicos) para evaluar tu postura, movilidad y estado general.


🧠 En resumen

Los calambres nocturnos son una señal de que algo no está funcionando del todo bien, aunque no siempre sea algo grave. Escuchar a tu cuerpo, mantener un estilo de vida saludable y consultar a tiempo puede hacer una gran diferencia. Y si te despiertan de golpe… ¡un buen estiramiento y respiración profunda pueden ayudarte a volver a descansar!


viernes, 26 de julio de 2013

Deshacerse del dolor en la espalda alta! Algunos consejos

Aunque es menos común que el dolor en la espalda baja (zona lumbar), hay muchas causas diferentes del dolor en la espalda alta, el cual se sitúa en la base del cuello o entre los omóplatos. Mientras que estas zonas son altamente susceptibles al endurecimiento y la tensión, el dolor de la espina dorsal torácica puede producirse por una mala postura, por la tensión muscular, por una lesión, o por el abuso y la repetición de movimientos de torsión y flexión. A menos que el dolor de espalda sea persistente y no mejore en pocos días o semanas, por lo general puedes encontrar un alivio practicando algunas técnicas básicas de autoayuda.




Haz ejercicio y estira los músculos para aliviar el dolor de la espalda alta. El ejercicio frecuente, como la natación, puede fortalecer los músculos de esta parte y ayudar a prevenir la tensión muscular. Los músculos grandes en la zona de los hombros son los que a menudo provocan el dolor de espalda; para aliviarlo estira tanto la columna como los hombros. Lleva uno de tus brazos sobre tu cabeza y mantén esta posición por lo menos un minuto. Repite este ejercicio dos o tres veces en cada lado para estirar los músculos rígidos. Para otro estiramiento de la espalda alta, junta los omóplatos y después relajalos.

Un masaje profundo es muy liberador! Afloja la tensión provocada por el estrés o por la rigidez muscular. También puedes aplicar unas técnicas de automasaje para relajar la tensión del cuello y los hombros. Masajea ambos lados de tu cuello presionándolos suavemente con tus manos. En cuanto los músculos empiecen a relajarse, aumenta levemente la presión. Masajea cada hombro, trabajando de adelante hacia atrás.

Tratamiento con ultrasonido! para mejorar tu circulación sanguínea y reducir los espasmos musculares. En muchos casos, el dolor en la espalda alta ocurre entre los omóplatos. Lo que hace el ultrasonido es enviar ondas sonoras profundas hacia estos músculos. El calor mejora la circulación llevando más oxígeno a la zona sensible y ayuda a sanar el tejido muscular suave. Tu médico podría derivarte con un kinesiólogo para una terapia fría, en la cual se utiliza una compresa fría para reducir la velocidad de la circulación, así como la inflamación.

Aprende algunas técnicas de respiración adecuadas para aliviar la opresión de los músculos tensos. Exhala completamente cuando respires, pero evita forzar la salida del aire de tus pulmones .Concentrate en relajarte con cada respiro. Cuanta hasta diez mientras exhalas, antes de inhalar de nuevo por tu nariz.

Alivia el dolor de la espalda alta con acupresión. La acupresión estimula el aumento de la circulación, alivia el dolor y reduce el estrés. Utiliza ésta como una técnica de autoayuda para aliviar la tensión en los hombros. Coloca tu mano izquierda en la parte posterior de tu hombro derecho, cerca de la base del cuello. Usa tu pulgar derecho para presionar por un minuto con la yema de tus dedos de la mano izquierda. Invierte los lados.

Cambia los malos hábitos que puedan causar los dolores en la espalda alta. Corrige tu postura y evita los movimientos repetitivos, como escribir demasiado en la computadora. Los dolores de cabeza por sinusitis y el síndrome ATM (Trastorno de la articulación Temporomandibular), también pueden provocar el dolor en la espalda alta, a tenerlo en cuenta!

Dolor de espalda al respirar? Te contamos por qué sucede y cómo aliviarlo

A veces, cuando sentimos dolor en la espalda, también notamos que respirar se vuelve más difícil.

¿Por qué sucede esto? La explicación tiene que ver con cómo se conectan los músculos del cuerpo.


La relación entre la espalda y la respiración

Los músculos de la espalda, sobre todo los de la parte superior como el trapecio y el dorsal ancho, trabajan en equipo con los músculos del pecho cada vez que respiramos. Incluso los músculos de la espalda baja están conectados con el abdomen y el diafragma, que también intervienen en la respiración.

Cuando la espalda está muy tensa o lesionada, esos músculos pueden doler y limitar el movimiento natural del cuerpo. Esto puede afectar la capacidad para respirar con normalidad, generando molestias e incluso sensación de ahogo.


Que lo causa?

Según el sitio Cure-back-pain.org, hay dos causas principales del dolor de espalda que dificulta la respiración:

Lesiones musculares: Son bastante comunes y pueden aparecer después de realizar esfuerzos físicos intensos, como levantar peso, practicar deporte o realizar movimientos repetitivos. Si los músculos se inflaman o se dañan, pueden doler al moverse, y como la respiración involucra muchos de ellos, eso también se resiente.

Condiciones médicas más graves: En algunos casos, el dolor puede deberse a enfermedades cardíacas o pulmonares, como una afección respiratoria seria o incluso cáncer de pulmón. Por eso, es importante prestar atención a los síntomas y no dudar en consultar a un profesional.

¿Qué efectos puede tener?

Si el dolor al respirar se mantiene por varios días, es posible que aparezcan espasmos musculares en la espalda. Estos espasmos son una especie de “defensa” del cuerpo para evitar que te muevas de más, pero pueden ser muy incómodos y limitantes. Además, al no respirar bien, los músculos reciben menos oxígeno, lo que empeora el dolor y prolonga el malestar.

¿Qué podés hacer para aliviarlo?

Respirá lento y profundo: Las respiraciones controladas ayudan a relajar los músculos y reducir el dolor.
Descansá lo necesario: Evitá esfuerzos innecesarios para no sobrecargar la zona afectada.
Aplicá frío o calor: Ambos pueden ayudar a calmar la inflamación y relajar los músculos.
Movete suavemente: Ejercicios de estiramiento y movilidad suave, siempre sin dolor, pueden acelerar la recuperación.
Consultá a un profesional: Si el dolor persiste o te cuesta respirar con normalidad, no lo ignores. 

Visitá a tu médico o acudí al centro de salud más cercano.


Espamos musculares y calambres en las piernas: cuáles son sus causas?

Los espasmos musculares, o calambres, son contracciones involuntarias de los músculos. Son mucho más serios que los tirones musculares, que ocurren por fatiga, y pueden convertirse en una condición médica si son crónicos. Los espasmos musculares son esencialmente la falta de balance de minerales y electrolitos en el flujo sanguíneo.


Deshidratación

La deshidratación excesiva, particularmente en los músculos de las piernas, altera el balance de los minerales y electrolitos en la sangre, lo que aumenta la posibilidad de que ocurran calambres musculares

Uso excesivo

El ejercicio excesivo, especialmente en los deportes de resistencia, usa rápidamente los minerales y electrolitos que están en el flujo sanguíneo, produciendo calambres en las piernas.

Inactividad

Los calambres musculares también pueden ocurrir cuando un músculo ha estado en una posición por un largo periodo de tiempo. Por ejemplo, a la gente le dan calambres musculares cuando se sientan frente a la computadora por largos periodos de tiempo.

Medicamentos

Muchos medicamentos tienen a los calambres musculares en listados como un efecto secundario. Estas drogas, a menudo, usan o afectan de algún modo los niveles de minerales y electrolitos en tu sangre. Consulta a tu médico si experimentas calambres musculares después de tomar los medicamentos.

Enfermedades

Muchas enfermedades, como la esclerosis múltiple, la anemia, la diabetes, enfermedades renales o de la tiroides, pueden causar calambres musculares.
No dejes de cuidar tus piernas!! 

Afuera la pereza! A moverse ya! Efectos fisiológicos y psicológicos de la inactividad

Todos tenemos algún momento de pereza de vez en cuando. A veces las personas sólo necesitan un día para no hacer nada y así recuperarse del agotamiento. En algunos casos, las personas se deprimen, o están solas y simplemente no pueden hacer nada en absoluto. Un día ocasional de pereza y ocio no es un problema, pero los períodos prolongados de inactividad pueden generar efectos adversos físicos y psicológicos en una persona.



Obsesidad

La obesidad es una causa obvia y conocida producto de largos períodos de inactividad. Las personas necesitan mantenerse físicamente activas para quemar las calorías que consumen cuando comen. Durante largos períodos de inactividad, la energía calórica almacenada en el cuerpo se convierte en grasa. A medida que el estilo de vida de los individuos se tornó más sedentario, la obesidad aumentó.

Enfermedad cardiovascular

A menudo se relaciona la enfermedad cardiovascular con la obesidad y una dieta pobre, pero quizás sea más correcto atribuir esta afección a la inactividad y al sedentarismo. La inactividad física ocupa el mismo nivel de riesgo que el tabaquismo y la hipertensión arterial en las causas de la enfermedad cardiovascular, y se estima que el 35% de los casos mortales de esta afección se deben a la falta de ejercicio regular. Los estudios también demostraron que ejercitarse de forma regular ayuda a los pacientes a protegerse contra el primer episodio cardíaco, ayuda en la recuperación de cirugías coronarias y reduce el riesgo de eventos cardíacos recurrentes.

Depresión

La depresión como resultado de la pereza se puede describir mejor como un círculo vicioso. Muchas personas atraviesan largos períodos de inactividad y pereza porque están deprimidos y sienten que son incapaces de hacer algo; sin embargo, lo que produce la pereza es fomentar la depresión. Uno de los mejores métodos para luchar contra un episodio depresivo es mantenerse ocupado. No sólo la actividad regular ayuda a mantener la mente de una persona sin pensar en que lo pueda molestarla, sino que además está demostrado que el ejercicio regular mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y aumenta el autoestima. Por supuesto que una persona que ocupa la mayor parte de su tiempo sin hacer nada, no está recibiendo los beneficios del ejercicio regular.

Soledad

La soledad no es una situación que se suele asociar con la inactividad, pero también puede ser una causa directa de la pereza. Una persona perezosa no tiene el impulso para salir de la casa y, por lo tanto, se está perdiendo la oportunidad de interactuar con los demás. Las personas que han estado inactivas durante largos períodos de tiempo se convierten en individuos solitarios. Si bien no hay nada de malo en querer estar solo la mayor parte del tiempo, la verdad es que todas deberían tener algún tipo de interacción humana de vez en cuando. Las personas se alimentan de interacción social más de lo que creen y los largos períodos de aislamiento pueden causar que el estado mental se deteriore con el tiempo.


A moverse!!!

martes, 24 de julio de 2012

Ejercicios que mejorar nuestro Humor!!

Sabemos que moverse hace bien. Pero no solo se trata de fortalecer músculos, quemar calorías o mejorar la postura. Hoy más que nunca, está comprobado que la actividad física tiene un impacto directo sobre nuestro bienestar emocional.

Estudios recientes (como los publicados en The Lancet Psychiatry y por la Asociación Americana de Psicología en 2023) confirman que hacer ejercicio con regularidad ayuda a reducir los síntomas de ansiedad, depresión y estrés, e incluso mejora la calidad del sueño y la autoestima. ¿La razón? Durante el movimiento, liberamos endorfinas, dopamina y serotonina, neurotransmisores que nos hacen sentir en calma, motivados y felices. Es nuestro “antidepresivo natural”.

Y lo mejor: ¡no hace falta ir al gimnasio si eso no es lo tuyo! Hay muchas formas de moverse y disfrutar al mismo tiempo. Hoy te compartimos 5 ejercicios que además de cuidar tu cuerpo, te levantan el ánimo:

Nadar: placer, ligereza y libertad

Zambullirse en el agua tiene algo mágico. Nos relaja, nos refresca y nos conecta con la sensación de flotación, como si todo pesara menos… incluso las preocupaciones.

La natación es uno de los ejercicios más completos que existen: fortalece músculos, mejora la respiración, protege las articulaciones (ideal para quienes no pueden hacer ejercicios de impacto), y libera tensión acumulada, tanto física como emocional. Según la Harvard Medical School, nadar regularmente puede reducir hasta un 25% el riesgo de depresión leve.



Bailar: cuando moverse es sinónimo de alegría

¿Sabías que bailar eleva los niveles de endorfinas casi al instante? Ya sea en una clase de salsa, en tu casa con tu música favorita o en una fiesta, bailar es terapia en movimiento.

Además de mejorar el equilibrio y la coordinación, el baile estimula áreas del cerebro asociadas a la motivación y la creatividad. Y si lo hacés en grupo, suma el extra del contacto social, algo esencial para nuestra salud mental.

Deportes con adrenalina: energía al máximo

Si te gusta lo nuevo, lo desafiante y lo intenso, probá actividades como el trekking de montaña, el surf, la escalada o el kayak. No es necesario tirarse de un paracaídas (aunque también se vale).

Este tipo de deportes te conecta con tu cuerpo de otra manera, activando todos los sentidos y poniéndote en el “aquí y ahora”. Y además, al salir de la rutina, tu sistema nervioso se revitaliza. Un estudio de la Universidad de Copenhague (2022) encontró que los deportes con elementos de aventura reducen el estrés crónico de forma más eficaz que otros tipos de ejercicio.



Caminar: simple, pero profundamente efectivo

Subestimamos lo poderosa que puede ser una caminata tranquila. Caminar (especialmente al aire libre y en contacto con la naturaleza) reduce el cortisol, mejora la oxigenación del cerebro y nos ayuda a ordenar ideas, respirar mejor y soltar tensiones.

Un paseo diario de al menos 30 minutos es ideal para quienes atraviesan momentos de tristeza o ansiedad. Si lo hacés escuchando música o en silencio, ambas opciones ayudan a entrar en estado de “mindfulness” natural.



Yoga, pilates o movimientos conscientes: reconectar desde la calma

Cada vez más personas eligen rutinas suaves pero profundas como yoga, tai chi o pilates terapéutico. Estas disciplinas combinan estiramientos, respiración consciente y control del cuerpo, generando un estado de bienestar emocional y físico que perdura más allá del momento de práctica.

Desde el enfoque de la Psiconeuroinmunología y la osteopatía, este tipo de ejercicios favorece la autorregulación del sistema nervioso, reduce la inflamación crónica y mejora la percepción del dolor. Y todo esto impacta positivamente en nuestro estado de ánimo.


Moverse para sanar: más allá del cuerpo

Hacer ejercicio no se trata solo de estética ni rendimiento. Se trata de sentirnos mejor, recuperar energía, habitar el cuerpo con presencia y mejorar nuestro estado interno.

No hay una única fórmula: lo importante es encontrar ese movimiento que te divierta, motive y conecte con vos. A veces, un cambio pequeño (como caminar todos los días o bailar 10 minutos en casa) puede tener un gran efecto sobre cómo te sentís.




¿Y vos? ¿Qué ejercicio te hace bien al alma?  Contanos en los comentarios y sigamos creando hábitos que suman bienestar.



Beneficios de la Música para la Salud!!

Música y salud: un lenguaje que sana cuerpo y mente

¿Te pasó alguna vez que escuchás una canción y, de repente, todo cambia? Se te dibuja una sonrisa, te sentís más liviano, recordás un momento especial... o simplemente soltás una lágrima que necesitaba salir. Eso no es casualidad: la música tiene un impacto real en nuestra salud emocional, mental y hasta física.

En los últimos años, la ciencia se ha volcado con más fuerza a estudiar el poder terapéutico del sonido. La musicoterapia —ya consolidada como disciplina complementaria en medicina integrativa— se utiliza actualmente en tratamientos de ansiedad, dolor crónico, trastornos neurológicos y hasta en cuidados paliativos. Estudios recientes (como los publicados en Frontiers in Psychology) demuestran que escuchar música con regularidad mejora el estado de ánimo, reduce el dolor y refuerza la resiliencia emocional.



🎧 Mente y emociones: cuando la música traduce lo que no podemos decir

Uno de los beneficios más inmediatos de la música es su capacidad para modificar y regular nuestras emociones. Algunas melodías nos energizan y nos devuelven las ganas de movernos; otras nos envuelven en calma, nos ayudan a llorar, soltar y sanar.

Esto ocurre porque ciertos ritmos y frecuencias activan regiones cerebrales asociadas al placer, la motivación y la memoria emocional. Según investigaciones del Instituto Max Planck (Alemania), la música activa el sistema límbico, encargado de procesar nuestras emociones más profundas.

¿Un tip útil? Creá tu propia “playlist emocional”: seleccioná canciones que asocies con distintos estados de ánimo (ánimo alto, introspección, enfoque, serenidad) y usalas como herramienta diaria para acompañar tus procesos.




💪 Música en movimiento: la aliada perfecta para ejercitar

¿Notaste que una canción con ritmo te impulsa a seguir corriendo un poco más o te motiva a empezar una rutina que venías postergando? Eso no es casual. La música estimula la coordinación motora, mejora el rendimiento físico y reduce la percepción de esfuerzo, según un estudio de la Universidad de Brunel (Reino Unido).

El ritmo actúa como un “marcapasos interno” que regula nuestros movimientos, y la motivación emocional que genera el sonido puede ser el empujón que necesitamos para movernos, incluso en los días más difíciles. Por eso es tan usada en rehabilitación física, clases grupales y sesiones de fisioterapia.






🎵 Alivio del dolor: más allá de lo físico

Aunque suene sorprendente, la música puede modular la percepción del dolor. Un metaanálisis reciente (publicado en The Journal of Pain) reveló que escuchar música durante al menos 30 minutos diarios puede reducir la intensidad del dolor crónico hasta en un 20%, especialmente en personas con fibromialgia, artrosis o enfermedades inflamatorias.

¿Cómo funciona? Al escuchar música placentera, el cerebro libera dopamina y reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés), lo que mejora el umbral de tolerancia al dolor. No reemplaza un tratamiento médico, pero sí puede ser una herramienta poderosa de acompañamiento emocional y físico.




🧠 Música, aprendizaje y cerebro: sintonía perfecta

¿Estás estudiando, trabajando o intentando concentrarte en algo importante? En lugar de silencio absoluto, probá con música instrumental, sonidos binaurales o playlists para “focus”. La evidencia sugiere que la música suave o armónica estimula la atención, mejora la memoria y favorece el procesamiento cognitivo.

Además, escuchar o tocar música estimula áreas cerebrales vinculadas al lenguaje, la coordinación y la empatía, por lo que también se utiliza en terapias neurológicas y de estimulación temprana.




🎼 Un recurso universal y gratuito… que está al alcance de todos

La música no tiene idioma ni fronteras. Nos conecta con nosotros mismos y con los demás, abre puertas emocionales, y puede acompañarnos en cualquier etapa de la vida.

Desde el enfoque holístico, la integración de la música en el día a día es una herramienta simple pero transformadora, que se alinea perfectamente con terapias manuales, respiración consciente y técnicas de regulación del sistema nervioso. En sesiones osteopáticas, por ejemplo, se puede utilizar música ambiental específica para facilitar estados de relajación profunda.




¿Y vos? ¿Qué música te hace bien?

Te invitamos a observar cómo la música impacta tu cuerpo, tus pensamientos y tus emociones. Armá tu “botiquín sonoro”: esas canciones que te calman, te levantan, te enfocan. Usalas a conciencia y regalate el bienestar que tu sistema mente-cuerpo necesita.

La música no solo se escucha. Se siente, se vive, y muchas veces… sana.